Tanatorio

Tanatorio · Edmundo Condon
Al Margen Editores, Santiago de Chile, 2002
ISBN: 978-956-8139-03-2
134 páginas


Premio de poesía de los Juegos Literarios Gabriela Mistral, 2000, Ilustre Municipalidad de Santiago de Chile.

Contraportada de Tanatorio:

Edmundo Condon es la voz más fuerte, conmocionante y rompedora de la poesía joven de Chile. Tanatorio representa un duelo y a la vez una iluminación. Pocas veces asistimos en la historia de la poesía a una experiencia más extrema del dolor y de la pasión, en el sentido de la Pasión de Cristo, y pocas veces también a un vislumbre más certero de que detrás de estas palabras están escondidas, agazapadas, las frases del encuentro definitivo, donde, como lo quería Dylan Thomas, la muerte no tendrá dominio. Una obra extraordinaria de un poeta extraordinario.
Raúl Zurita

Crítica:


  • Jessica Attal, El Mercurio, Santiago de Chile, 26 de abril de 2003:




  • Sebastián Montecino, Las Últimas Noticias, Santiago de Chile, 12 de octubre de 2002:

El poeta Edmundo Condon hace su debut editorial con el libro “Tanatorio”
Un hombre que escarba en las tumbas 

Ingeniero de profesión, el joven autor ha creado un impresionante poemario en el que despliega una oscura imaginería plagada de citas bíblicas, lápidas, tinieblas y cuerpos inertes.

Coincidencias curiosas: en 1914 Gabriela Mistral ganaba los Juegos Florales con sus “Sonetos de la Muerte”. Ochenta y seis años más tarde, Edmundo Condon, ingeniero civil de 27 años, ganó los Juegos Literarios Gabriela Mistral 2000 con un extracto de “Tanatorio”, poemario que, sin rodeos, aborda el mismo y fúnebre tema.
Dueño de una fuerza expresiva que hace tambalear hasta a los lectores más rudos, el joven autor ha aprendido el oficio por su cuenta. Hasta ahora, su única experiencia formativa ha sido su paso por el taller de poesía de Raúl Zurita, aventura que resultó más bien breve: impactado por la calidad de sus trabajos, el Premio Nacional de Literatura 2000 lo sacó de las aulas diciendo: “Tus poemas están muy buenos. Acá está mi teléfono. Estemos en contacto. No vuelvas más”.
“En las latitudes del osario/ cada sombra fugitiva es animita, / losa de tumba vagabunda,/ o el lugar donde nos abandonaste”, escribe Condon en uno de los poemas que integran “Tanatorio”, su primer libro, volumen que ha sido recién publicado por Al Margen Editores y que, en conjunto, ofrece un oscuro cóctel en el que las referencias a los clásicos y las citas bíblicas se combinan con una imaginería plagada de lápidas, tinieblas y cuerpos inertes.
“Hace algunos años murió mi mejor amigo en un accidente. Y comencé a escribir en esa época, pero no pude seguir. Sentía entre vergüenza, pudor, sentimientos de culpa, un montón de cosas mezcladas. Después de cinco años volví a hablarle. Y sentí como que empezaba a hacer un memorial de él”, recuerda el autor acerca de los inicios de su labor como poeta.

-¿Es conflictiva tu relación con la muerte?
-Uno empieza a buscar sentido, ése ha sido mi problema siempre. Es una búsqueda tanto fuera como dentro de la religión. Incluso estuve a punto de meterme a cura. Yo combino raptos de fe y raptos de aridez total en un cuestionamiento constante.

-Pero en tu libro hay una relación fuerte con la Biblia como modelo.

-En teoría la Biblia está escrita por Dios, es palabra de Dios. Biblia significa “el libro”, y al mismo tiempo está escrita por un pueblo que quiere hablarle a Dios. Si lees los salmos te das cuenta que están tratando de comunicarse con Dios. Eso es lo que yo trato de hacer en la poesía, pero siempre con la duda de si alguien me está escuchando.

-Es el viejo problema de la fe, asunto recurrente en tus escritos.
-Sí. Cuando la fe está es maravillosa y arregla todos los problemas, pero se pierde con facilidad. Al final, tratando de buscar cosas concretas, lo único que encuentras es la muerte. Ésa es la única certeza. Te puede pasar cualquier cosa en la vida, pero la única verdad es que morirás.

-Entonces, ¿para qué escribir?
-Para sanar. Yo no escribo por gusto, lo hago por una necesidad. Necesito sacarme algunas cosas de adentro y las palabras son siempre una terapia. Cuando vuelvo a leer mis poemas revivo el momento en que los escribí y a veces sufro la misma conmoción.

-¿Y por qué has elegido la poesía?
-Porque me pareció lo más esencial, lo que tenía capacidad de contener más cosas. Yo soy de sentimientos fuertes y de ideas obsesivas, y la poesía me ayuda a sacármelas de encima.

El texto muerto

Una experiencia en un museo, en Turquía, marcó fuertemente la concepción del lenguaje que hoy posee Edmundo Condon: “Llegué a una sala y al fondo había una palabra esculpida. Cuando me acerqué me di cuenta que cada letra de esa palabra estaba formada por miles de pequeñas palabras”, cuenta el escritor.

-Eso nos lleva a Borges, que decía que ya no queda nada por inventar. Entonces, ¿ya se inventaron todas las metáforas?
-Pero si los romanos tenían libros de metáforas, de relaciones y de retórica. Tu podías remitirte a ellos y decir: esto lo puedo expresar de tal manera. Yo creo que es difícil encontrarse con algo nuevo. Los que intentan en la actualidad hacer algo nuevo se alejan de la esencia de las palabras. Hace poco vi un libro que tenía todas las páginas en blanco. Era fantástico y provocador. Pero ese libro está muerto, no lo puedes releer.


  • Pablo Basadre, Primera Línea, Santiago de Chile [en línea], 3 de octubre de 2002.


EDMUNDO CONDON: EL TANATORIO PRIVADO 

El libro Tanatorio da cuenta del tratamiento de la muerte, tal como fue tallado en la gran tradición de la elegía en la literatura española. Su brevedad suma, produce un mayor efecto dentro de las estructuras dramáticas que se leen. El poeta Edmundo Condon viaja y se queja de la desaparición. 

por Pablo Basadre
Fuente:...PrimeraLínea 

El mundo se descascara en nuestros ojos y la vida corre ilegítimamente sobre los anaqueles. En ese mundo de sanidades y versos no se encuentra el poema. Por ello, Edmundo Condon se lanza con su Tanatorio (Al Margen Editores) en la búsqueda de una respuesta franca.
Un canto elegíaco al abandono de la vida y los recuerdos.
Las voces llaman en un intento descarnado, pues para Condon la muerte tiene más presencia que la vida, el paso del tiempo no quita la sombra de dolor que produce la ausencia. "No donde esté solo / sino donde ninguno / pueda ver ni escuchar".
Aquí la muerte es un cuerpo implícito en cierto modo, que se presenta sin concreción, sin carne. Se impone por sobre el hablante, por sobre todo lo vivo.
Tanatorio da cuenta del tratamiento de la muerte, tal como fue tallado en la gran tradición de la elegía en la literatura española. Y podría habitar el cubículo de las Coplas a la muerte de su padre de Jorge Manríquez (S. XV), interviniendo por su propia línea a la cultura hispánica y el interés por el Tánatos, la muerte.
En esto incluimos también Los Sonetos de la muerte de la Mistral y Frizo de Isabel de David Rosenmann-Taub en su libro Surcos inundados.
En los versos de Condon aparece un aire de prédica religiosa, demasiado racional para lo irracional que son las emociones que se quiere producir. Una característica muy llamativa en el poeta, que da cuenta de un lenguaje poético propio.
Su tendencia a la síntesis total produce un mayor efecto dentro de las estructuras dramáticas que se leen. Esta brevedad suma, logra mayor irradiación. El sujeto poético se desarrolla de mejor forma y son de una energía más intensa que aquellos de mayor extensión.
La poesía que nos presenta Tanatorio tiene que ver con una vivencia fuerte de la muerte, es una inquietud que se asoma y descarta la vida alrededor. "Este cuerpo / este reflejo / Una estrella. / Luz / de una estrella muerta"
Pero más allá de lo formal, Condon viaja y se queja de la desaparición. Personalmente creo que hiere y resquebraja en ARA, el segundo apartado de su libro.

Queja

Has vencido a la muerte
pero no al tiempo.

Yo no quiero resucitar a la vida eterna,
lo que deseo es regresar
al bosque de musgo y araucaria;
su brazo en mi hombro
y sonriendo a la cámara.

El poeta y Premio Nacional de Poesía (2000) Raúl Zurita, lo presenta como la voz más fuerte, conmocionante y rompedora de la poesía joven de Chile. "Tanatorio representa un duelo y a la vez una iluminación. Pocas veces asistimos en la historia de la poesía a una experiencia más extrema del dolor y de la pasión".

Textos escogidos

Es el alba que agoniza

Con todo su cuerpo cubierto de sangre
Maldiciendo su parto,
Oráculo de mi muerte.

Alma mía, lepra mía,
Muere o quémame:

Necesito descansar.

Danza

Si una palabra
Es decir muerte

Y el deseo de tu cuerpo
Urgencia de nuestra muerte;

Toca la música y baila el vencido.
Lleva y entrega
Como agua por su cauce,
Sucia.

Tanatorio (Al Margen Editores) de Edmundo Condon se lanza hoy en el Salón Salvador Allende del Colegio Médico. Esmeralda 678, a las 19:30 horas.